Makína con diploma

Así como esos premios tipo el 2 de oro, los Mariano Kossowski que entregan en Promar, en los que todos se pagan y se dan el vuelto, en La Mega de Barquisimeto, este año decidieron entregar algunos reconocimientos a los empleados esmerados, a los colaboradores de los eventos heavies del año y al programa más creativo…. Reconocimiento que se ganó Makína, mi programita –como le digo yo, sin ser despectiva-  

Es demasiado fino aunque no estuve en el momento para recibirlo, y aunque a algunos les suene a tráfico de influencias, no importa…   Hemos trabajado con mucha dedicación en este programa, que en seis años en La Mega, es el primero especializado que he tenido y se ha desarrollado súper bien por dos cosas: en principio, por usar un tema que no se agota, la tecnología, cerquita de los blogs, que como ustedes sabrán, siempre tienen algo bueno que explotarle. Y luego, contar con la producción de Nacarid López, a quien no sólo le apasiona el tema hasta la muerte, sino que se compra cuánto aparatico comentamos, prueba todos los programas de los que hablamos, tiene un perfil en todas las redes que sugerimos y lee todos los blogs que recomendamos. Pero además de eso es demasiado consecuente y organizada con la estructura del programa, y fue mi match perfecto en un momento en el que nunca sé si tendré tiempo suficiente para producirlo. Así que las gracias totales debo dárselas a ella. 

Y bueno, más sentimentaloide, por supuesto  a todos los que nos escuchan en vivo –sí, Croncho, sigues siendo el number one-, a esos que han llegado de otras ciudades por escucharnos en el podcast del blog, a los que han reseñado en la prensa, en sus podcast, linkeado en sus blogs, nos han concedido entrevistas y secciones eventuales –todas son contigo, Modulor-, o invitado a hacer secciones en sus programas, como El Alex.  

Yo que soy anti premios para quedar bien, sé que tampoco es nada del otro mundo, pero es demasiado fino que en menos de un año Makína se haya destacado en varios aspectos, y me haya permitido seguir en la radio que tanto me gusta, en un momento de alto aboye.